El 26 de noviembre de 2009 Mijail Martínez, miembro del Comité de Víctimas contra la Impunidad del estado Lara, fue ultimado enfrente de su madre en Barquisimeto. Seis meses después, la lucha de su padre por lograr justicia, continúa.
La razón de esa percepción está en dos hechos: ese día de 1992, salió a la calle a apoyar el intento de golpe y a pedir la liberación de Hugo Chávez. Durante la misma fecha, pero del 2009, le tocó enterrar a su hijo, quien fue asesinado en frente de su mamá la mañana del día anterior.
La razón de esa percepción está en dos hechos: ese día de 1992, salió a la calle a apoyar el intento de golpe y a pedir la liberación de Hugo Chávez. Durante la misma fecha, pero del 2009, le tocó enterrar a su hijo, quien fue asesinado en frente de su mamá la mañana del día anterior.
Para Martínez, aunque puedan parecer aislados, los hechos guardan una estrecha relación: esos a los que apoyó el 27 de noviembre de 1992, son los mismos que llevaron a Venezuela y sus instituciones a la decadencia que, asegura, se ve reflejada en la impunidad que se ha convertido en su calvario.
Seis meses después del sicariato (en Barquisimeto) de Mijail Martínez, de 23 años, su padre no ha descansado en la lucha por hacer justicia. El recuerdo de ese muchacho músico, amante de las artes audiovisuales, poeta y, sobre todo, socialmente sensible, no le permite darse el lujo desmayar en esa batalla.
En conversación telefónica expresó el sentimiento que lo embarga, a medio año de aquel terrible día en el que dos balazos le quitaron a uno de sus cinco retoños. El llanto irrumpe una sola vez, la voz se quiebra algunas, las palabras no se agotan, la humildad se desborda y la denuncia, sin temor alguno, fluye tanto como seguramente lo hizo la sangre de Mijail Martínez durante la mañana de su fallecimiento.
- A seis meses de la muerte de su hijo, ¿se siente beneficiado por la justicia o perseguido por la impunidad?
- Somos víctimas de la impunidad, como tantos venezolanos que hay en el país. Según las estadísticas y la realidad que uno observa, más del 90 por ciento de los crímenes cometidos por el hampa común quedan en total impunidad, y cuando esas muertes son con alevosía, el dolor, el calvario, el viacrucis y la humillación lo reducen a uno por la impotencia. Lo peor de todo es que la misma gente que te manda a matar a tu hijo es la misma gente que tú apoyaste y llevaste al Gobierno, porque yo, Víctor Martínez, insurgí el 27 de noviembre del (año) 92 sin conocer a (Hugo) Chávez para ir a liberarlo de Yare.
De acuerdo con las investigaciones que hemos hecho, el mismo jefe de la banda de sicarios que mató a mi hijo, es el jefe del Cicpc, el señor José Núñez. No podemos seguir viendo la impunidad de estas bandas que para el Gobierno son invisibles, pero que nosotros sabemos están involucradas en secuestro, sicariato, vacunas, venta de drogas, extorsión y chantaje. Chávez, que supo de la muerte de mi hijo, se hizo cómplice de este vil asesinato.
- ¿Entonces toda esa gente que usted apoyó, comenzando con el Presidente de la República, se ha mostrado indiferente ante el caso?
- Indiferente y cómplice de la manera más villana, cobarde e inhumana, porque este tipo de crimen, hágasele a quien se le haga, hay que condenarlo. Por eso es que yo, desde el mismo momento en el que matan a Mijail he dicho que Hugo Chávez Frías es corresponsable de la muerte de mi hijo. A nosotros no nos callan, y seguiremos denunciando todo esto a pesar de que la impunidad y la inseguridad se han convertido en política de Estado para amedrentar.
Solidaridad y empatía
- ¿Cuál ha sido el resultado de la unión con otras víctimas del hampa?
- La solidaridad ha sido total y eso lo entiendo porque cuando fui diputado también fui cofundador del Comité de Víctimas, que ya tiene cinco años de existencia, a raíz del asesinato del revolucionario Luis Principal.
- La solidaridad ha sido total y eso lo entiendo porque cuando fui diputado también fui cofundador del Comité de Víctimas, que ya tiene cinco años de existencia, a raíz del asesinato del revolucionario Luis Principal.
- ¿Se ha sentido amenazado para que calle, para que no siga denunciando y para que se quede tranquilo?
- Por supuesto. Eso se lo mandan a decir a uno, y uno sigue en la lucha porque esto no tiene vuelta atrás, aún más cuando he venido luchando por 40 años por la justicia y hoy me matan a mi hijo. Tengo que seguir luchando a menos que me caiga una bala. No soy comprable ni negociable porque no tengo rabo de paja: voy hasta donde tenga que ir. Será una bala la que me calle, o que Dios me mande a buscar.
- Por supuesto. Eso se lo mandan a decir a uno, y uno sigue en la lucha porque esto no tiene vuelta atrás, aún más cuando he venido luchando por 40 años por la justicia y hoy me matan a mi hijo. Tengo que seguir luchando a menos que me caiga una bala. No soy comprable ni negociable porque no tengo rabo de paja: voy hasta donde tenga que ir. Será una bala la que me calle, o que Dios me mande a buscar.
- Finalmente, ¿cree usted en Venezuela?
- ¿Qué si creo en Venezuela? Claro que sí. Pienso que aquí hay muchos valores y el país no nace ni se va a morir con Chávez.
- ¿Qué si creo en Venezuela? Claro que sí. Pienso que aquí hay muchos valores y el país no nace ni se va a morir con Chávez.
Clamar por justicia
Víctor Martínez conmemorará los seis meses del homicidio de su hijo, Mijail, pidiendo justicia en donde pueda hacerlo.
Comenzará a las 8:30 am como invitado al programa de William Echeverría en Globovisión. Luego se dirigirá a la sede de la Asamblea Nacional, en donde tendrá un derecho de palabra.
Finalmente, y acompañado por activistas de Cofavic, Provea y el Comité de Víctimas de la Violencia, entregará en el Ministerio Público un documento sobre el caso y los vicios de los que ha estado rodeado. (Marcos David Valverde, Correo del Caroní, 26.05.10).
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