Ensayos con Público

Ensayos con público: Qué quieren ser, que deseamos que sean

Quienes amamos la música, y especialmente al género rock, sabemos que el ensayo de una banda es, básicamente, un encuentro de amigos y amigas alrededor de mejorar y compartir algo que les gusta. En un ensayo están los panas y los músicos, poniendo lo mejor de sí para pasar un buen rato.

Por diferentes motivos, algunos novedosos como la inseguridad ciudadana, y otros más viejos como la falta de espacios para la cultura libre, cada vez hay menos conciertos de bandas en una ciudad como Caracas. En comparación con las otras capitales de Latinoamérica, en nuestra ciudad es prácticamente inexistente un movimiento musical de y para los fanáticos de la música rock. Por comodidad, obstáculos, falta de referentes o lo que sea, en nuestra capital son contados los sitios en donde disfrutar de música en vivo. Y los que hay son acartonados, costosos o inaccesibles. Y aunque esta situación no era muy diferente en el pasado, la falta de espacios públicos ha reducido la escena rockera al mínimo, casi a cero. Sin embargo una banda musical necesita mostrar su arte ante otras personas, y los amantes de la música necesitan, a su vez, disfrutar de sesiones de música en vivo. La recreación es un derecho y poder acceder a eventos culturales, como un concierto, es parte imprescindible de tener calidad de vida.
Revertir esta situación, en nuestra opinión, no se hace con decretos o con intentar organizar esporádicos macrofestivales una vez al año. Creemos que una idea, que forma parte de una solución mucho más compleja, es recrear la informalidad y sencillez de un ensayo, abierto y con público.

Un ensayo es organizado por bandas que desean hacerlo y por un público que desea escucharlas. Un ensayo con público se parece a un concierto, pero no lo es. No necesita patrocinantes, como el gobierno o las empresas privadas. Se hace en un sitio cerrado con electricidad, es decir, en casi cualquier parte. La convocatoria se hace entre amigos y amigas, usando el boca a boca y las redes de afinidad informales con la ayuda de la tecnología. Un ensayo con público cuesta muy poco dinero –muchas veces nada-. No está mediado por el dinero recaudado por las entradas, ni por la utilización de seguridad privada, policial o militar para “cuidar” el evento. Un ensayo con público minimiza la violencia rutinaria del público asistente a los conciertos, o los egos de los aspirantes a estrellas del rock. Y todo esto es porque un ensayo, como sabemos, es similar a un juego, donde todos cooperan con el único fin de pasarla bien.

No creemos que los ensayos con público sustituyan a los conciertos. Al contrario creemos que un circuito de ensayos con público, realizados cada fin de semana en todos los barrios y urbanizaciones de la ciudad, es una precondición para que a mediano plazo tengamos más y mejores conciertos. Las bandas merecen sonar de la mejor manera posible, y el público también merece locales apropiados para disfrutar de un buen espectáculo. Pero en lo inmediato esto es más difícil. Promover ensayos con público es la idea que tenemos para aburrirnos menos, aquí y ahora, y generar un movimiento por nosotros y nosotras mismas, que vaya creciendo y expandiéndose. Es mejor intentar esto que seguirnos quejando sin hacer nada.

Si te gusta la idea te invitamos a organizar ensayos con público en tu barrio o urbanización, o adaptarla a las posibilidades de tu zona, y contarnos como te ha ido. Una red de autogestión musical de este tipo, con relaciones fluidas entre las diferentes iniciativas, es lo que permitirá que los ensayos con público puedan multiplicarse, con rotación de espacios, grupos musicales y aficionados a la música en una circularidad libre, caótica y espontánea.

Merecemos aburrirnos menos. Pero para ello necesitamos hacer algo al respecto, con las posibilidades que tenemos a mano, sin esperar que nadie nos regale nada.


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